CIUDAD DE DIOS

La película de Ciudad de Dios está ambientada en un suburbio de Río de Janeiro, que recoge la otra perspectiva de la vida donde no hay lujos, sino que la pobreza, las armas y la falta de ley está presente en el día a día. Esta situación hace que ellos mismos confeccionen su propio mundo, el cual hace que se mantengan aislados de la autoridad.
 

El persona principal de Ciudad de Dios no es una persona, sino un lugar: Ciudad de Dios, donde el crimen organizado y las drogas fueron ganado terreno en el área. Dadihos es el protagonista de la película, muestra un bajo autoestima durante su infancia y su conducta es hiperviolenta y refleja graves trastornos de personalidad. Su mejor aliado es su compañero Busca-pé, éste es más pacífico lo que puede resultar un indicador débil puesto que su entorno exige fuerza y estar al mando en todo momento; por eso, evita participar en situaciones de riesgo.

La película manifiesta dos perspectivas: la interpretación de la imagen de los occidentales como agresores debido al contexto en el que viven; y la forma de sobrevivir es adaptarse a esa situación con el respaldo de armas.
 

Las principales ideas que pudimos rescatar de la película fueron principalmente la VIOLENCIA. En esta zona se desarrollaba la ley del más fuerte, ahí el que no se protegía a uno mismo caía su entorno sobre él. El uso de la violencia exigía un PODER particular; las leyes no eran dictadas por el gobierno sino por los adolescentes y los jefes de banda, que gobernaban a través del miedo y la amenaza de muerte.  Encontramos también una FELICIDAD relativa, puesto que no la podemos considerar como tal ya que ellos pueden serlo al no conocer más vida que tan sólo la que viven. Existe solo SEGURIDAD entre ellos, puesto que como pudimos ver, el camionero fue inmovilizado por los habitantes, los cuales robaron la mercancía del vehículo y no pudo hacer nada, era uno contra toda la multitud. Así también demostraban que ante todo son un grupo, por lo que la lealtad primaba entre ellos.                                                                                               

Las condiciones precarias y miserables provocaban un ambiente de POBREZA donde no abundaban los recursos y la educación, así como otros aspectos.

En resumen pensamos que esta situación no es digna de juicio puesto que su forma de vida requiere sus actuaciones; sus medios es lo que les permite actuar, se produce una cadena que no tiene fin.  Por lo tanto, pensamos que es muy difícil conseguir salir de este guetto, ya que no hay nada ni nadie que les impulse o motive a una cambio radical.